El sueño es una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas fundamentales. A medida que aumenta la supresión de sueño, se produce un claro deterioro en el funcionamiento diurno.
La apnea es un trastorno grave del sueño. Se define como la detención completa, ausencia o reducción mayor al 90% del flujo de aire a través de nariz y boca que dura al menos 10 segundos.
La privación crónica del sueño o el sueño de baja calidad produce cambios fisiológicos a varios niveles: sobre el control metabólico, sobre la consolidación de la memoria, la regulación de las emociones y sobre la activación del sistema inmune.
¿Es posible recuperar un sueño de calidad?